Esta receta la saqué de un libro que se llama "Postres Supersimples" de Pamela Rodriguez. A mi las típicas galletas gorditas, que no están duras ni crudas no me salen. Lo he intentado mil veces y esta vez es la que más se ha acercado.
Ingredientes (16 galletas aprox)
- 110gr Mantequilla
- 200gr Azúcar
- 1 Huevo
- Esencia de vainilla
- Una pizca de sal
- 195gr harina
- 200gr de chips de chocolate negro
Lo primero que tenemos que hacer es sacar la mantequilla de la nevera, porque debe estar a temperatura ambiente. Esto quiere decir que tiene que estar con textura "pomada" ni liquida ni como una piedra.
Mezclamos la mantequilla con el azúcar, yo utilicé unas varillas eléctricas para que sea más rápido. Tiene que quedar el azúcar bien integrado creando como una crema, luego añadimos el huevo, la sal y las gotas de esencia de vainilla.
Una vez esté todo mezclado añadimos la harina y la levadura, os recomiendo tamizarlo para que no queden grumos. Tamizar la harina es pasarla por un colador. Ahora vamos a utilizar una cuchara o lengua para integrar la harina hasta tener una masa un poco pegajosa. Por último añadimos el chocolate, en mi caso usé chocolate negro 75% que es más amargo y le da un contraste curioso a las galletas.
Las masa debe reposar en la nevera al menos 2h, después de esto hacemos bolas con la masa. Es importante dejar espacio entre ellas al ponerlas sobre una bandeja de horno. Las llevamos al horno 15 minutos a 180 grados. Recuerda que el horno debe estar ya caliente y cuanto más fría esté la masa menos se expandirán. Intentad que no se os doren mucho o quedarán demasiado duras.
Una vez las saquemos del horno las dejamos enfriar por completo sobre una rejilla, cuando las saquemos estarán muy blanditas pero luego se quedan duras. A mi la segunda tanda se me pasó un poquito porque las dejé más de 15 min.
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